Radicalizar la Liberación Nacional Sentir Bolivariano ADÁN CHÁVEZ

Radicalizar la Liberación Nacional

 

Sentir Bolivariano

Adán Chávez Frías

@Adan_Coromoto

En el año 2012, el Comandante Chávez nos legó dos grandes faros para continuar nuestra construcción socialista: el Plan de la Patria y el Golpe de Timón. El primero, la continuidad de la línea programática de la revolución, bajo el mismo espíritu de los planes socialistas, pero con una visión más transformadora. El segundo, una crítica dirigida fundamentalmente a dar un nuevo impulso en la política del Gobierno Bolivariano, el qué hacer planteado dialécticamente, atendiendo tanto a la necesidad de llevar a cabo ese programa, como al momento histórico en curso. Ambas orientaciones indudablemente encierran un gran objetivo: profundizar la Revolución Bolivariana.

Es necesario hacer hincapié en este tema, cuando hemos decidido que el camino ineludible para la edificación definitiva de una Patria libre y soberana, capaz de entregar la mayor suma de felicidad a su población, es el socialismo, nuestro Socialismo Bolivariano. Y solamente lograremos ese propósito con la profundización del proceso de liberación nacional iniciado en febrero de 1999. Eso parte, como bien nos indica el Comandante Chávez, por cambiar la base productiva, por democratizar el poder económico, logrando la planificación de las relaciones productivas desde la autogestión colectiva. “Son elementos que ayudan a orientar el tránsito, y de eso estamos hablando hoy, sobre la economía y cómo ahora con el nuevo ciclo que se abre, debemos ser más eficientes en el tránsito, en la construcción del nuevo modelo político, económico, social, cultural, la revolución…”. Estas líneas, trazadas hace ocho años, siguen vigentes hoy, cuando el imperialismo incrementa la guerra económica contra nuestro Pueblo.

Radicalizar el proceso de liberación nacional, siguiendo el programa de la revolución contenido en el Plan de la Patria, y bajo la conducción política del compañero Presidente Nicolás Maduro; es tal vez la tarea de mayor importancia en la actual coyuntura del país. Las agresiones permanentes a nuestra economía, orquestadas desde Washington con el único fin de asfixiar a la población y crear condiciones para una intervención, hacen necesario acelerar cambios en la estructura productiva, superar definitivamente el modelo rentista y entregar el control de la industria nacional a las trabajadoras y los trabajadores para una mayor eficiencia en la producción.  

Hemos avanzado bastante en ese sentido. La implementación del Petro como medida para enfrentar el bloqueo comercial; así como la continuidad y fortalecimiento de las relaciones con China, Rusia y otros países en la construcción de la multipolaridad, han permitido frenar las pretensiones desestabilizadoras imperialistas.

Sin embargo, falta mucho por hacer todavía para conducir la revolución hacia su profundización. El Comandante Chávez describió este proceso como un largo camino, cargado de dificultades, de acechanzas y agresiones, de traiciones y guerras no convencionales. Para los propósitos planteados, para poder superar entonces esos obstáculos que el enemigo externo e interno pretende imponer constantemente, necesario es consolidar el Poder Popular como síntesis del todo, como esencia de la democracia bolivariana y como centro de todo el accionar político. Es decir, que el Pueblo tenga cada día mayor organización y consciencia, siendo capaz de revisar permanentemente la teoría y la práctica revolucionaria, para una mejor lectura de los errores cometidos, rectificar lo que sea necesario, y poder entonces conseguir las posibles soluciones y reimpulsar, léase radicalizar, nuestra construcción socialista.

No puede ser de otra manera, y así lo entendió el Comandante Eterno, quien en el preámbulo del Plan de la Patria escribió: “Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de un Poder Popular capaz de desarticular las tramas de la opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana; capaz de configurar una nueva socialidad donde la vida cotidiana, donde la fraternidad y solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material de nuestro Pueblo”.  

Por eso hoy, en perfecta unidad cívico-militar, en plena confrontación antiimperialista para defender las conquistas de estos años de dignidad revolucionaria, el gran reto, para avanzar decisivamente en profundizar nuestro proceso liberador, es consolidar el Poder Popular, único garante de las transformaciones necesarias en pos de ese gran sueño.

Grupo Lima GATINEAU: TRUDEAU NO AL Grupo LIMA

 

LLAMADO URGENTE A PROTESTAR ESTE 20 DE FEBRERO

¡EN CONTRA DEL “GRUPO DE LIMA”

El 20 de febrero, en Gatineau, Quebec, el gobierno de Trudeau será anfitrión de otra reunión del “Grupo de Lima” anti-Venezuela. 

 

Esta reunión tiene lugar justo después de la  visita a Ottawa de Juan Guaidó, el autoproclamado “presidente provisional” de Venezuela, donde fue recibido calurosamente por la Primer Ministro Justin Trudeau y el Ministro de Relaciones Exteriores, François-Philippe Champagne. 

 

El “Grupo de Lima” es el grupo de Trump de Estados de derecha pro-fascistas de América Latina, incluyendo entre otros al gobierno de Bolsonaro en Brasil, a los líderes del golpe de Estado en Bolivia y a la ultra-derecha del régimen de Iván Duque en Colombia. El Grupo de Lima ha venido coordinando la estrategia de cambio de régimen contra el Gobierno debidamente elegido de Venezuela, bajo la tutela de Washington. 

 

La guerra política, económica, mediática y militar contra Venezuela y su pueblo ha incluido: (1) La imposición de sanciones punitivas −un bloqueo eficaz− contra Venezuela en un intento por paralizar la economía nacional, causando indecibles sufrimientos y muerte de la población civil; (2) La campaña para aislar a Venezuela internacionalmente, el embargo de sus activos en el exterior, de embajadas y consulados en el exterior; (3) La organización y financiación de Guaidó y de la llamada “oposición” al interior del país, incluyendo su intento (fallido) de golpe de Estado del 30 de abril de 2019; y (4) Proferir amenazas apenas veladas de  agresión militar directa contra el Estado soberano de Venezuela. Todas estas acciones constituyen una violación flagrante del derecho internacional y de las Cartas de la ONU y la OEA.

 

El activo papel intervencionista de Canadá como aliado de Estados Unidos en esta campaña criminal contra la soberanía de Venezuela es escandaloso e inaceptable. Los mismos círculos dominantes en Canadá que están llevando a cabo esta agenda imperialista son igualmente responsables de las agresiones domésticas anti-democráticas, la imposición de una opresión colonial contra las protestas de la Primera Nación Wet’suwet’en y contra los derechos de los pueblos indígenas en otros lugares de Canadá, de los ataques a los maestros en Ontario y los  derechos sindicales en general, y de continuar su ofensiva austeridad pro-corporativa contra los  programas sociales y las condiciones de vida de la población en general. Con estos antecedentes −en casa y en el extranjero− Canadá no merece el escaño en el Consejo de Seguridad de la ONU que está buscando el gobierno de Trudeau.

 

Por estas razones, instamos a todos los grupos y comités de paz y solidaridad, así como a las organizaciones democráticas y progresistas de trabajadores, a movilizarse para protestar en todo el país el 20 de febrero para condenar la cumbre del Grupo de Lima y exigir al gobierno de Canadá que retire sus sanciones unilaterales e ilegales contra Venezuela, cese su apoyo al cambio de régimen y ¡se retire YA del grupo de Lima!

 

Los grupos locales de la región de la Capital, con el apoyo de Quebec y del Sur de Ontario, se están preparando para realizar una gran protesta ese día en Gatineau. Estamos instando igualmente a grupos y particulares interesados en organizar acciones locales −incluyendo protestas y plantones en las oficinas de la circunscripción Liberal de los Miembros del Parlamento− en solidaridad con la protesta de Gatineau del 20 de febrero. Les instamos a que en los próximos días puedan ser planeadas acciones en muchos centros de todo el país para exigir:

 

¡Grupo de Lima, fuera de Canadá! ¡Canadá, Fuera del Grupo de Lima!

¡Poner fin YA a las sanciones contra Venezuela!

¡Restablecer plenas relaciones diplomáticas con Venezuela!

¡No a la complicidad de Canadá con Washington en la campaña de cambio de régimen en Venezuela!

¡NO a la intervención en Venezuela!

 

Organizaciones que apoyan este llamado: Asociación de Vancouver de amistad Cuba-Canadá (Canadian Cuban Friendship Association-Vancouver), Congreso canadiense para la paz (Canadian Peace Congress), Coalición de Hamilton para detener la guerra (Hamilton Coalition to Stop the War, HCSW), Frente de Vancouver para la Defensa de los Pueblos – Hugo Chávez y Defendamos La Paz international- Ottawa/Gatineau.

 

Lima Group GATINEAU February 20

 

EMERGENCY APPEAL:PROTEST THE “LIMA GROUP” MEETING ON FEBRUARY 20TH!

 

On February 20, the Trudeau government will host another meeting of the anti-Venezuela “Lima Group” in Gatineau, Quebec.

 

This comes on the heels of the Ottawa visit of Juan Guaidó, self-declared ‘interim president’ of Venezuela, where he was warmly received by PM Justin Trudeau and Foreign Minister Francois-Philippe Champagne.

 

The “Lima Group’ is a rump collection of right-wing and pro-fascist states in Latin America, including the Bolsonaro government in Brazil, the coup leaders in Bolivia and the ultra-right Iván Duque regime in Colombia, among others. The Lima Group has been coordinating the regime-change strategy against the duly-elected government of Venezuela, under the tutelage of their masters in Washington.

 

The political, economic, media and military war on Venezuela and its people has included: (1) the imposition of punitive sanctions – effectively a blockade – against Venezuela in an attempt to cripple the domestic economy, and causing untold suffering and deaths among the civilian population; (2) the campaign to isolate Venezuela internationally, seizing its foreign assets, embassies and consulates abroad; (3) organizing and funding Guaidó and the so-called ‘opposition’ inside the country, including their attempted (and failed) coup on April 30, 2019; and (4) making thinly-veiled threats of direct military aggression against the sovereign state of Venezuela. All of these actions are in clear violation of international law and the UN and OAS Charters.

 

Canada’s active interventionist role as an ally of the U.S. in this criminal campaign against the sovereignty of Venezuela is outrageous and unacceptable. The same ruling circles in Canada which are carrying out this imperialist agenda are also responsible for anti-democratic assaults at home, imposing colonial oppression against the Wet’suwet’en protests and on indigenous peoples’ rights elsewhere across Canada, attacking teachers in Ontario and trade union rights in general, and continuing its pro-corporate, austerity offensive against the living conditions and social programs of the people in general. With this record – at home and abroad – Canada does not deserve a seat on the UN Security Council which the Trudeau government is seeking.

 

For these reasons, we urge all peace and solidarity groups and committees, as well as labour, progressive and democratic organizations, to mobilize protests across the country on February 20 to condemn the Lima Group summit, and to demand that Canada withdraw its unilaterally and illegal sanctions against Venezuela, end its support for regime-change, and get out of the Lima Group NOW!

 

Local groups in the Capital region, with support from Quebec and Southern Ontario, are preparing for a large protest in Gatineau itself on that day. We also are urging concerned groups and individuals to organize local actions – including protests and pickets at Liberal MP constituency offices – in solidarity with the Gatineau protest on February 20.We hope that over the coming days, actions can be planned in as many centres across the country to demand:

 

Lima Group – Out of Canada! Canada – Out of the Lima Group!

End the Sanctions on Venezuela NOW!

Restore full Diplomatic Relations!

No to Canadian Complicity in Washington’s ‘regime-change’ campaign!

Hands off Venezuela!

 

Organizations co-sponsoring this Call-out:Canadian Cuban Friendship Association-Vancouver, Canadian Peace Congress, Hamilton Coalition to Stop the War (HCSW), Vancouver Frente para la Defensa de los Pueblos – Hugo Chavez

El legado histórico del 4F Adán Chávez

Sentir Bolivariano

Adán Chávez Frías

@Adan_Coromoto

El legado histórico del 4F

 

“Entramos al galope en febrero: febrero rebelde, de cara siempre al sagrado compromiso con el pasado, el presente y el porvenir de la Patria”.

Hugo Chávez

Iniciamos nuestro febrero insurgente, febrero de sueños para andar, para seguir transitando el camino de la Patria Buena que cantó el eterno Alí Primera.

Hace pocos días conmemoramos con entusiasmo los 28 años de la rebelión cívico-militar que irrumpió como un rayo en nuestra historia, sacudió las nefastas  estructuras del puntofijismo y sus viejas formas de dominación, abrió perspectivas para la liberación nacional y sembró esperanzas en el Pueblo venezolano.

Tres años antes, los terribles acontecimientos del 27 de febrero de 1989 habían dejado al descubierto la naturaleza antipopular de los gobiernos del  bipartidismo: la infame  masacre cometida contra una población asfixiada por las políticas neoliberales impuestas desde el FMI. El Caracazofue consecuencia  del engendro económico bautizado como el Consenso de Washington, aplicado por el imperialismo con el vil apoyo de las castas criollas, traidores de la Patria, que durante años habían entregado nuestras riquezas a la oligarquía y a las corporaciones extranjeras, incrementando cada vez más la deuda social y el empobrecimiento de las grandes mayorías.

Los acontecimientos del 27 de febrero de 1989, aceleraron el accionar del MBR-200, proyecto estratégico que se venía gestando desde hace más de una década en los cuarteles de la Patria; proyecto bolivariano para los cambios profundos, en cuya vanguardia estaba el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.

El espíritu del 4F, Día de la Dignidad, está alimentado por hondos sentimientos de amor a la Patria, al pensamiento de Bolívar y su inquebrantable voluntad de lucha por entregar la mayor suma de felicidad posible a la Nación. Si analizamos aquellas palabras del Comandante Eterno, aquel por ahora que quedó incrustado para siempre en nuestra memoria, comprenderemos bien que, aunque la Operación Zamora no tuvo el éxito militar esperado, sembró dos grandes elementos en la conciencia colectiva de las venezolanas y los venezolanos: la esperanza, la clara idea de que la lucha liberadora tenía ya amplias posibilidades de victoria; y la aparición de un líder revolucionario verdadero, auténtico, salido de nuestras raíces, del corazón del Pueblo, que asumió ante el país entero sus responsabilidades, que expuso en unos pocos segundos la esencia de esa lucha, las razones para continuarla y la necesidad de despertar de una vez por todas y levantarse contra la opresión capitalista.  

Sin duda, la trascendencia histórica del 4F tiene su esencia en haber despertado la esperanza popular de un cambio, de enrumbar al país hacia un mejor destino. A partir de entonces, un viento nuevo comenzó a soplar en dirección a ese sueño. Estando Chávez en prisión, mientras los medios de comunicación reseñaban el fracaso de la rebelión y daban amplia cobertura a los voceros del gobierno para construir una matriz de opinión negativa alrededor de  los insurgentes, tratando a toda costa de enterrar el impulso revolucionario de aquel movimiento; recibió la visita de un sacerdote, el Padre Torres, quien le dijo al Comandante que afuera, en las calles,  había “una ola de amor, un fuego divino”.  Era aquel  viento esperanzador, que ya comenzaba a convertirse en un verdadero huracán, un huracán bolivariano indetenible.

Hoy recordamos aquella gesta histórica, en medio de feroces arremetidas y pretensiones imperialistas  de aplastar a la Revolución Bolivariana. Por eso no es suficiente conmemorar y rememorar a los valientes héroes del 4F. Necesario es sostener la lucha, prepararnos cada día con mayor sacrifico y entrega, desde el aspecto ideológico hasta la praxis revolucionaria, la organización y formación para la defensa de la soberanía en cada Comuna, en cada barrio, en cada calle, en cada centro laboral, en cada cuartel.  Es el mayor juramento de lealtad que podemos hacer a quienes sacrificaron todo por devolvernos, con la acción de aquellas horas de terrible incertidumbre, la luz que alumbraría los designios del porvenir de la Patria.

Quiero cerrar estas reflexiones en el febrero rebelde que comienza, con las palabras de nuestro Comandante Chávez, quien parece observarnos sin descanso desde el Cuartel de la Montaña: “El 4 de febrero recogió el anhelo y la esperanza de millones durante siglos. ¡Esa es su fuerza! Y esa fuerza, creo que no se apagará nunca. ¡Depende de nosotros!”.

¡Viva el 4 de febrero de 1992!

Yves Engler BANKERS SHAPE CANADIAN FOREIGN POLICY IN LATIN AMERICA

VENEZUELA & CHILE Bankers Shape Canadian Policy in Latin America.
By Yves Engler.

What’s more likely to shape Canadian policy in the Hemisphere: human rights and democracy or bankers’ bottom-line

By Yves Engler

Last week Venezuelan politician Juan Guaidó was fêted in Ottawa. The self-declared president met Canada’s Prime Minister, international development minister and foreign minister. Trudeau said, “I commend Interim President Guaidó for the courage and leadership he has shown in his efforts to return democracy to Venezuela, and offer Canada’s continued support.”

Last month Guaidó was dethroned as leader of Venezuela’s national assembly. While the vote was contested, it represents a significant blow to Guaidó’s year-old claim to be Venezuela’s legitimate President. To shore up his position as opposition leader, Guaidó travelled to a number of international capitals, the World Economic Forum in Switzerland and was a guest of Donald Trump at the US president’s state of the union adress.

The Ottawa stop on Guaidó’s legitimacy seeking tour was the latest installment of the Trudeau government’s multipronged effort to overthrow Nicolás Maduro’s government. In a bid to elicit “regime change”, Ottawa has worked to isolate Caracas, imposed illegal sanctions, took that government to the International Criminal Court, financed an often-unsavoury opposition and decided a marginal opposition politician was the legitimate president.

On the same day Guaidó was fêted in Ottawa Scotiabank CEO Brian Porter penned “A call to action on Venezuela” in the National Post. The op-ed urged governments to “seize assets of corrupt regime officials” and to use the proceeds to give “support to the democratic movement in Venezuela.” Porter also applauded the Liberal’s “moral clarity by unambiguously condemning the Maduro regime’s abuses” and praised their “tremendous courage and leadership in the hemisphere and on the world stage.”

Scotiabank has long had frosty relations with the Bolivarian government. A few days after Hugo Chavez’s 2013 death the Globe & Mail Report on Business published a front-page story about Scotiabank’s interests in Venezuela, which were acquired just before his rise to power. It noted: “Bank of Nova Scotia [Scotiabank] is often lauded for its bold expansion into Latin America, having completed major acquisitions in Colombia and Peru. But when it comes to Venezuela, the bank has done little for the past 15 years – primarily because the government of President Hugo Chavez has been hostile to large-scale foreign investment.”

The perspective of the world’s 40th largest bank has shaped Ottawa’s position towards Caracas. At the other end of the continent, its interests have contributed to the Trudeau government’s support for embattled billionaire president Sebastián Piñera. A number of stories have highlighted Scotiabank’s concerns about recent protests against inequality in Chile. The Financial Post noted, “Scotiabank’s strategic foray into Latin America hits a snag with Chile unrest” and “Riots, state of emergency in Chile force Scotiabank to postpone investor day.” Last week Scotiabank’s CEO blamed the protests that began in October on an “intelligence breakdown” with people outside Chile “that came in with an intention of creating havoc.” In a story titled “Why Brian Porter is doubling down on Scotiabank’s Latin American expansion”, he told the Financial Post that Twitter accounts tied to Russia sparked the unrest!

Two weeks into massive demonstrations against Pinera’s government, Trudeau held a phone conversation with the Chilean president who had a 14% approval rating. According to Amnesty International, 19 people had already died and dozens more were seriously injured in protests that began against a hike in transit fares and morphed into a broader challenge to economic inequality. A couple thousand were also arrested by a government that declared martial law and sent the army onto the streets.

According to the published report of the conversation, Trudeau and Piñera discussed their joint campaign to remove Venezuela’s president and the Prime Minister criticized “election irregularities in Bolivia”, which were disingenuously used to justify ousting leftist indigenous president Evo Morales. A Canadian Press story noted, “a summary from the Prime Minister’s Office of Trudeau’s phone call with Piñera made no direct mention of the ongoing turmoil in Chile, a thriving country with which Canada has negotiated a free trade agreement.”

Despite numerous appeals from Canada’s Chilean community, the Trudeau government has stayed quiet concerning the fiercest repression in Chile since Augusto Pinochet’s dictatorship. A delegation of Québec parliamentarians, professors and union leaders that travelled to Chile in late January recently demanded Ottawa speak out against the abuses (four died in protest related violence last week). In a release about the delegation Mining Watch noted that over 50% of Chile’s large mining industry is Canadian owned. Canadian firms are also major players in the country’s infrastructure and Scotiabank is one of the country’s biggest banks. Chile is the top destination for Canadian investment in Latin America at over $20 billion.

As I detail in my forthcoming book House of Mirrors — Justin Trudeau’s Foreign Policy (Black Rose), the Liberals have said little about hundreds of killings by regimes in Haiti, Honduras, Bolivia, Chile and Colombia. On the other hand, they’ve aggressively condemned rights violations in Venezuela and Nicaragua. Many on the Left would say that is because those governments are aligned with Washington, which is true. But, it’s also because they are friendly to corporate Canada. If you want to understand Ottawa’s positions in Latin America look to what Canadian bankers have to say.

House of Mirrors — Justin Trudeau’s Foreign Policy will be released in March. To help organize an event for the Spring tour please email yvesengler (@) hotmail.com.

Source:

Sobre la Unidad de los Pueblos Adan Chavez

Sentir Bolivariano
Adán Chávez Frías
@Adan_Coromoto

Sobre la Unidad Antiimperialista de los Pueblos

“Por la dignidad, por la soberanía de nuestros Pueblos, no nos queda más que unirnos contra esa amenaza común que es el imperio de los Estados Unidos, el imperialismo mundial, el capitalismo mundial”.
Hugo Chávez, 14 de junio de 2006

“No hay solución para este problema del colonialismo y la dependencia, dentro de las fronteras de ningún país; el imperialismo es un problema internacional, y la solución al imperialismo es también internacional”.
Hugo Chávez, 21 de julio de 2006

Citando al Comandante Chávez inicio estas líneas dedicadas a la unidad de los Pueblos, que recientemente ha salido fortalecida, una vez más, durante el Encuentro Mundial Contra el Imperialismo celebrado en Caracas. Una cita histórica, sin duda, considerando la trascendencia no sólo de los temas y acuerdos que arrojaron los apasionados debates, sino del momento que vive la humanidad, en medio de la crisis global capitalista, la exacerbación de la política guerrerista imperial y el impulso de las fuerzas progresistas que resisten activamente, y a su vez suman voluntades y conciencias a un objetivo común, impostergable y vital: la victoria final sobre el capitalismo y la edificación del socialismo, única forma de garantizar la paz y la vida en el planeta.

Sabemos que esa victoria no será nada fácil, que el imperialismo recurre constantemente al uso de su poderío multifactorial para agredir, desestabilizar y mantener su hegemonía sobre las naciones: las guerras directas, los golpes de Estado, el bloqueo económico, financiero y comercial, las ilegales medidas coercitivas de carácter unilateral, el paramilitarismo, la persecución a líderes nacionalistas y progresistas, y el uso permanente de su aparato ideológico, de la mass media y su poderosa industria comunicacional, la imposición de la cultura del consumo y la individualización; son las armas recurrentes que, en su desespero por sostener la unipolaridad de sus dominios, utiliza para su infame propósito colonizador. El neoliberalismo se ha radicalizado, y busca formas extremas para proteger los privilegios de las multimillonarias corporaciones. Por eso observamos cómo estimulan el fascismo, la discriminación racial, la opresión de género y el fanatismo religioso, manipulando las creencias ancestrales para sus intereses de establecer el pensamiento único elaborado por sus ideólogos.
Es, como claramente lo dejó establecido nuestro Comandante Eterno, un problema que no se circunscribe a una sola nación, a un solo país; es un problema de todas y todos, habitantes del planeta, que debemos resolver aglutinando las fuerzas revolucionarias de cada continente. Por eso es fundamental la unidad mundial de los Pueblos, de los partidos y movimientos sociales, trabajadoras y trabajadores, intelectuales, jóvenes, mujeres, todas y todos mancomunados en torno a esa causa común, la causa antiimperialista. Como dijo el compañero Evo, el tiempo de estar arrodillados se acabó. Es el tiempo de actuar, porque sin duda alguna, las decisiones que tomemos ahora marcarán el curso de la humanidad.

Este encuentro de voluntades que acaba de concluir, en la agenda del Foro de Sao Paulo (FSP), es una muestra apenas de los avances del movimiento revolucionario en cada continente del mundo. Más de 400 delegadas y delegados de 73 países se dieron cita en la Patria Bolivariana, para iniciar el 2020 con la firme determinación de hacer frente a las políticas criminales que emanan de la Casa Blanca y sus aliados. Allí, nuevamente, los líderes progresistas reafirmaron su solidaridad con la Revolución Bolivariana, destacando la ejemplar defensa que el Pueblo venezolano y el Presidente Nicolás Maduro han hecho de su soberanía, de su dignidad y sus conquistas. Tal como señaló la compañera Terik Manson, destacada luchadora estadounidense del Movimiento Code Pink, refiriéndose a nuestro Pueblo, a su gallardía e inquebrantable voluntad de ser libre: “Venezuela nunca va a caer ante los EEUU, porque esa decisión es del Pueblo venezolano, y ese Pueblo jamás se rendirá a los EEUU”.

¡Así es, eso jamás sucederá, porque este Pueblo heredó la pasión libertaria de Bolívar y Chávez!.

La defensa de la paz y la soberanía, la solidaridad con las luchas de los Pueblos oprimidos, el enérgico rechazo a la militarización de nuestros territorios por parte de los EEUU, la unánime condena a los bombardeos en el Medio Oriente, la denuncia colectiva sobre los intentos de censurar las televisoras estatales TeleSUR e Hispan TV; forman parte de la declaración suscrita por las delegadas y los delegados. Las 12 mesas de trabajo realizadas durante el encuentro de tres días, derivaron en conclusiones y acuerdos de importancia vital para la unidad de los Pueblos, entre los cuales destaca la construcción de una Plataforma Unitaria Mundial para enfrentar las agresiones imperialistas y forjar un nuevo orden internacional de justicia, que fomente la inclusión y permita superar las grandes desigualdades sociales imperantes.

Será un año de movilización permanente, de grandes jornadas de lucha antiimperialista. No puede ser de otra forma. El Pueblo venezolano ha decidido su destino, y a su lado daremos las batallas que sean necesarias para un porvenir de prosperidad. Recordando al Che: “el presente es de lucha, el futuro nos pertenece”. Sólo así podremos legar a las generaciones venideras el mundo posible que soñamos, el mundo socialista.